En aquel enero comenzó la muerte de todos los poetas del planeta. Primero fueron tres: un argentino, un mexicano y un español. Después fueron falleciendo los otros. Cuando el último poeta murió, comenzaron a lloviznar gotas de silencio.
CUENTISTA Y NOVELISTA, PERIODISTA CULTURAL, DIVULGADOR DE LITERATURA INDÍGENA, EDITOR Y LIBRERO
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