Cri-Cri

¿Cómo que te quiere La Escoba y El Recogedor?

En su memoria

Ese día sus recuerdos eran un calor enlatado.

Plegaria

Dios mío, líbrame de la pendejez ajena, que de la propia me ocupo yo.

Cuando la tristeza llega

Él se queda petrificado como una estatua que llora.

Sueño profundo

Los ecos del silencio duermen.

Homenaje a Groucho Marx

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Que no se acuerden de mí es muy comprensible. Yo lo haría si pudiera.

Cualidad del silencio

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El silencio cristaliza en tiempo.

Invidencia

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Oscuro crepitar de un sol ciego.

Ubicación

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En el buen recaudo de lo incierto.

Deus nomine

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E n aquel entonces Dios se apellidaba Mercado.

Camino

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Transitamos al borde de un abismo cósmico.

A La Catrina, buen viaje.

Divina desmemoria

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D ios te guarde... y no se acuerde dónde.

Día de los Muertos

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E n México la celebración del Día de los Santos Difuntos o Día de los Muertos es una interrogación: ¿A dónde irán los muertos? Quién sabe a dónde irán.

Fantasmas mecánicos

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R uidos en el cementerio de las máquinas obsoletas.

El condimento

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S u vida tuvo como condimento sal del tiempo muerto.

Fotografía: Juan Rulfo

Domicilio

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E n el etéreo laberinto de los deseos.

Travesura

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D isolver la exactitud del prisma.

Del nombre de la dama

U na joven desciende, con dificultad, del asiento trasero del vehículo.

Mórbida obesidad padece.

–¿Por qué vienes en el asiento trasero? –le pregunta un conocido al verla.

–Es porque en el de enfrente no quepo.

–¡Ah! Ya entiendo, Paloma.

De los sabios invidentes

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–U stedes son negros –les dice a Ray Charles y a Stevie Wonder con desprecio. 

Ambos ríen. 

–No le entiendo –responde Stevie Wonder–. Para nosotros no hay colores. Todo es negro.

Letras

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L as letras perduran. Los vocablos vuelan.